Cayo Lara está planteándose expulsar a sus compañeros extremeños por no obedecer su orden en cuanto a apoyar, sea como sea al PSOE.
D. Cayo debe sufrir algún tipo de pasmo que le nubla los sentidos. Primero porque no ha escuchado las razones por las que la Base de IU en Extremadura no quiere apoyar al Cortijo pesoista: están hartos de ser los tontos útiles, utilizados como escuderos, invalidadas sus ideas de izquierdas y observar la corrupción político-moral de los socialistas extremeños durantes décadas; incluyendo el millonario despacho de D. Juan Carlos, Barón de Cáceres, una lujosísima torre del homenaje para su mayor gloria como ex presidente autonómico. Se han hartado de estar, ocultos, a la sombra de La Casa Común.
Pero además la cosa es muy grave, porque D. Cayo Baron sin baronía, no quiere escuchar a las Bases, imponiendo la norma que ha determinado la elite de su Coalición; es decir, donde hay Señor no manda escudero. O sea, le importa un bledo la democracia interna, las tesis de la Izquierda de que el Poder emana del Pueblo; siempre. Pero, para más inri, se olvida de que su Coalición es Federal, es decir, asociados pero no sumisos. Es lo mismo que pasaba con el sr. Madrazo, de IU en el País Vasco, cuando en contra de lo que determinaba la Federal de la Coalición, le hacía el caldo gordo a los etarras y afines. Y el Sr. Llamazares, el Cayo de esa época, decía que "sólo podemos sugerir porque IU es Federal".
¿Qué ha cambiado?. Nada. Los nuevos líderes de la Coalición son más de lo mismo. Por cierto, es curioso el intento neurótico de D. Cayo de hacerse uno con el Movimiento 15-M, queriéndolo protagonizar, cuando el 15.M pasa de él y de los demás políticos-profesionales-partidistas. Pero es que D. Cayo se olvida de que la base fundamental del 15-M es la Asamblea. La misma que ha dicho, en Extremadura, NO al PSOE.
Un poco de tila, valeriana y manzanilla para pasar el trago de no tener poder; por cierto, un poder siempre oscuro.
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